Estrategia Nacional de Alimentaci�n: alimentar el futuro pasa por saber contarlo
Con la publicaci�n de la Estrategia Nacional de Alimentaci�n (ENA), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci�n pone en marcha una hoja de ruta que pretende coordinar, por primera vez, las pol�ticas p�blicas de alimentaci�n en Espa�a desde un enfoque integral. El documento marca un antes y un despu�s, pues reconoce que alimentarse no es s�lo un acto individual, sino una cuesti�n de salud p�blica, sostenibilidad, equidad y cultura. Sin embargo, ese potencial transformador podr�a diluirse si no va acompa�ado de algo esencial: una narrativa capaz de llegar a las personas.
Una estrategia bien recibida, pero sin canal com�n
El planteamiento general de la ENA, que persigue transformar el sistema alimentario hacia uno m�s justo, saludable y sostenible, ha sido acogido por el sector con una actitud constructiva. La industria alimentaria comparte tanto el diagn�stico de las circunstancias actuales, que evidencian la necesidad de impulsar un cambio en los h�bitos de consumo de los espa�oles, como los objetivos generales de la iniciativa enfocados a los procesos productivos.
Desde las organizaciones destacan que ya est�n avanzando en la direcci�n propuesta por el Ministerio. Rub�n Moreno, secretario general de Produlce, resume esta sinton�a al afirmar que �la ENA establece un marco con el que nos sentimos plenamente comprometidos y alineados�. Subraya, adem�s, que �el fomento de la educaci�n nutricional es clave en el desarrollo de dietas y h�bitos de vida saludables para toda la poblaci�n�.

No obstante, el desaf�o no reside �nicamente en definir metas comunes que no se materialicen en proyectos concretos, sino en lograr que esa visi�n llegue realmente a la ciudadan�a y sea capaz de transformar su relaci�n con la industria y con la comida. En este sentido, Mar�a S�nchez, secretaria general de Cedecarne, pone el foco en la necesidad del respaldo institucional para conseguir impulsar su impacto y visibilidad: �Dado que es una estrategia puesta en marcha desde la Administraci�n P�blica, el apoyo en la comunicaci�n por parte de las instituciones es fundamental si queremos llegar a todos los segmentos de poblaci�n�.
�Lo cierto es que las compa��as privadas podemos influir a trav�s del di�logo con el gobierno y la administraci�n en general en la formulaci�n de pol�ticas regulatorias para asegurar que las obligaciones sean efectivas y beneficiosas para todos�, a�ade Carmen Guembe, directora de Comunicaci�n y Asuntos P�blicos de Suntory, apuntando hacia un marco colaborativo como la mejor alternativa.
Desde Fedepesca, su directora general, Luisa �lvarez, alerta sobre una desconexi�n creciente entre el sistema alimentario y su reconocimiento social: �Tenemos un problema de percepci�n de la sociedad sobre el sector alimentario y su valor. Alimentarse es algo tan cotidiano que se ha vuelto desconocido. En ocasiones, no se valora el esfuerzo detr�s de la accesibilidad y la calidad de nuestros productos�.
Las empresas, por su parte, evidencian el esfuerzo p�blico que debe realizarse para subsanar esta circunstancia: �Consideramos relevante que esta Estrategia act�e como un simplificador de las numerosas iniciativas que existen en todas las �reas vinculadas con la producci�n y distribuci�n de alimentos, sin renunciar a ning�n objetivo y, a la vez, reduciendo los costes burocr�ticos evitables�, asegura Rub�n Moreno.
�lvarez, adem�s, se�ala que esta desconexi�n no es casual, sino resultado de a�os de desinversi�n narrativa: �Se ha dado por sentado que nuestras dietas protectoras, saludables, asequibles, sostenibles, eran un activo colectivo garantizado. Se encuentran en retroceso por esa falta de defensa a ultranza y al m�ximo nivel de una aut�ntica marca Espa�a, que es nuestra forma de alimentarnos, de vivir la comida, de socializar en torno a nuestros alimentos�.
Contarlo bien tambi�n es transformador
Uno de los grandes retos de la ENA es que sus principios no se traduzcan �nicamente en directrices t�cnicas, sino tambi�n en un relato accesible y compartido. Aunque el Ministerio ha impulsado presentaciones, reuniones y notas informativas, desde el sector pesquero se considera que �estas iniciativas no llegan al gran p�blico�, explica Beatriz Doce, directora de la divisi�n de Consumo de evercom, agencia creativa de comunicaci�n y marketing.
�La ENA es una hoja de ruta muy completa, pero todav�a carece de una narrativa que ayude a la ciudadan�a a comprenderla, apropi�rsela y formar parte activa del cambio que propone. Sin relato no hay impacto, y sin impacto no hay transformaci�n�, a�ade Doce. �No se trata �nicamente de comunicar acciones de manera puntual, sino de construir una conversaci�n con la ciudadan�a e integrarla en el relato institucional y, como consecuencia, en el de las compa��as. Para que una estrategia cale, necesita mensajes consistentes, emocionales y sostenidos en el tiempo, que conecten con lo que la gente encuentra en su d�a a d�a cuando escoge qu� comprar�, subraya.
Desde Cedecarne se recuerda que, para conseguirlo, las campa�as deben ir m�s all� de lo institucional y conectar con la cultura del comer. �Llevamos tiempo trabajando para poner en valor, entre otras cosas, los productos locales, la cocina en casa o el compartir algo tan nuestro como es una conversaci�n alrededor de una buena mesa�, destaca Mar�a S�nchez.
Las marcas y organizaciones ya est�n dando pasos en esa direcci�n. En los �ltimos a�os, la identificaci�n de la gastronom�a con un modelo de vida aspiracional e identitario ha pasado a formar parte del n�cleo de las estrategias de comunicaci�n vinculadas a la alimentaci�n. �Hemos tomado conciencia de que no s�lo debemos ser buenos en lo que hacemos, sino que tambi�n debemos saber contarlo�, sostiene S�nchez.
�Al educar a los consumidores sobre la importancia de todos estos temas, no s�lo mejora la reputaci�n de las compa��as y servicios, sino que tambi�n se contribuye a una mayor conciencia y comprensi�n sobre el mercado del consumo y la producci�n de alimentos y bebidas�, se�ala Carmen Guembe.
�La realidad es que las marcas ya no pueden esperar a que el valor se intuya. Tienen que ser proactivas en trasladar qu� est�n haciendo en calidad, en sostenibilidad, en salud o en transparencia. Y deben hacerlo con lenguaje claro, accesible y coherente�, apunta Beatriz Doce.
Hacia un relato-pa�s alimentario
Tanto desde Cedecarne como desde Fedepesca se subraya que la alimentaci�n no puede abordarse desde una �nica �ptica. �La ENA es un buen documento de partida, pero debe concretarse como una verdadera pol�tica de Estado, que implique a Sanidad, Educaci�n, Empleo, Cultura, Hacienda��, afirma Luisa �lvarez. �Y eso requiere presupuesto, coordinaci�n y voluntad a largo plazo�.
Mar�a S�nchez, por su parte, insiste en el valor de ese enfoque colaborativo: �Si en la Estrategia Nacional de Alimentaci�n no se implican actores de otras instituciones, p�blicas y privadas, si no entran en el marco el colectivo acad�mico-escolar, los profesionales de la salud, la restauraci�n, la producci�n de alimentos y el comercio; si no se llega nada m�s que a las grandes ciudades, olvidando los n�cleos rurales; si no se trabaja, en definitiva, con el ambicioso foco del largo plazo, esta carrera de fondo que supone modificar h�bitos se quedar� �nicamente en una excelente declaraci�n de intenciones�.
Espa�a es una potencia en producci�n, transformaci�n y distribuci�n de alimentos, con una cadena de valor innovadora, centrada en la seguridad de los consumidores y en garantizar la m�xima calidad de los productos que ocupan los pasillos de los supermercados. Sin embargo, esa realidad no siempre se pone en valor a la hora de traslad�rsela a la ciudadan�a. �Calan m�s los mensajes alarmistas. Vivimos en uno de los entornos m�s seguros y sostenibles del mundo y debemos ser capaces de transmitirlo�, advierte �lvarez. �La falta de informaci�n acaba condicionando decisiones de compra que no siempre reflejan responsabilidad social, ambiental ni sanitaria�, a�ade.
�En este contexto, la comunicaci�n no es un anexo de la Estrategia Nacional de Alimentaci�n: es su motor�, concluye Beatriz Doce. �La ENA puede marcar una nueva etapa para el sistema alimentario espa�ol, pero s�lo si conseguimos que todos �productores, distribuidores, consumidores� se sientan parte de ella. Y eso �nicamente lo lograremos si sabemos contarlo bien�.