Los aranceles de Trump: barra libre

Europa tiene b�sicamente dos opciones: hablar o tomar represalias. Hablar en caliente, y con un interlocutor poco previsible y a la vez muy centrado �nicamente en su punto de vista, parece tener poco sentido a corto plazo, por tanto, no queda otra que tomar represalias a pesar de que ello realmente aumentar� el da�o econ�mico ya creado por los aranceles. Europa s� tiene m�sculo y s� es potente, y m�s si se al�a con pa�ses como Suiza, el Reino Unido y otros de su entorno con quienes comparte valores esenciales, pero tiene que cre�rselo. Europa no es omnipotente, no tiene apenas materias primas ni recursos energ�ticos, pero cuenta con muchas otras cosas que tambi�n importan: un mayor n�mero de consumidores que EEUU, varios sectores muy fuertes como el farmac�utico, alimentaci�n o automoci�n, y una moneda �nica relevante. Por tanto, son necesarias medidas bien dirigidas, al igual que una actitud firme. Y no debe temblar el pulso a los l�deres europeos ante las m�s que previsibles duras reacciones norteamericanas.

�Y China? Acaba de reaccionar aplicando un 34% de aranceles a los productos estadounidenses a pesar de que Xi Jinping ya tiene muchas preocupaciones, entre otras un mercado local que lleva ya dos a�os con la confianza de los consumidores por los suelos y una crisis inmobiliaria que no tiene f�cil soluci�n, ni inmediata; aunque tiene tambi�n varios ases en la manga. Son ya dos meses y medio de iniciativas geopol�ticas del gobierno Trump que han destruido por completo la hist�rica �soft power� de EE.UU. y a la que China ha reaccionado con una campa�a casi carism�tica. Pero tambi�n tiene una industria m�s potente que nunca que se puede volcar en ese 90% de la poblaci�n mundial que no lo ve como un enemigo.

Vienen tiempos dif�ciles porque los aranceles y el conflicto comercial que ha querido desatar Donald Trump van a afectar a todos, sin excepci�n. Pero es posible gestionar este conflicto, sobre todo si Europa y China reaccionan de forma inteligente.